El año I de la Era Man-en del calendario japonés o el 10 de diciembre en el calendario gregoriano.
El estilo que comenzó a practicar era Tenjin Shinyo-ryu con el maestro Hachinosuke Fukuda.
Comienza en la escuela del maestro Masatomo Ios tras la muerte de su anterior maestro, Fukuda.
Comienzan en el templo budista de Eisho-ji. Hasta febrero 1883
Hasta septiembre 1883.
Hasta febrero 1886.
Algunas como kagami-biraki, sochu-geiko y kan-geiko, tsukinami-jiai y kohaku-jiai.
Hasta abril de 1889.
Competición en las que participaban varias escuelas importantes de ju-jutsu.
Competición en la que se enfrentan alumnos del Kodokan y alumnos de la escuela Totsuka Yoshin-ryu. Kodokan Judo ganó casi todos los enfrentamientos.
Hasta 1891.
Un viaje que dura hasta 1891.
Debido a la mala gestión del Kodokan a manos de Shiro Saigo, decide desaparecer del Kodokan.
Se ven obligados a volver porque son desalojados del anterior dojo. Hasta 1893.
Era el dojo más grande de Japón hasta el momento. Estas instalaciones no son las actuales del Kodokan.
Contaba con un número de 42 técnicas.
Hasta 1933.
Provienen de otras katas anteriores creadas entre 1884 y 1887.
Primer asiático en ocupar este cargo. Lo ocupó hasta el día de su fallecimiento en 1938.
Jigoro Kano fue el primer presidente de esta organización.
Aprovechó para visitar varios países y divulgar principios fundamentales del judo.
Fueron celebradas en Estocolmo. Todavía el judo no era deporte olímpico.
Con el objetivo de divulgación y expansión del judo.
Quedó en un total de 40 técnicas.
Aprovecha y visita ciudades europeas como París y Londres.
Se sitúa en Londres y fue fundado en 1918, aunque daba ju-jutsu hasta el año 1920 cuando se inscribieron al Kodokan Judo.
Estos conceptos ya se conocían y Jigoro Kano había hablado de ellos con anterioridad. Aunque fue aquí donde se hicieron oficiales como objetivos del judo.
Le es concedido el 6º Dan a título póstumo en enero de 1923 por parte de Jigoro Kano.
También visita Berlin, París, Roma y China.
Estas instalaciones NO son las actuales del Kodokan. Se encuentran allí hasta 1958.
Aprovecha para visitar Moscú, Múnich, Stuttgart, Berlín. Londres, París, Madrid, Malasia y Singapur.
Aprovechando la reunión del COI que se celebró en Viena, pasa por España.
Fue entregado a título póstumo por Jigoro Kano.
Murió en el viaje de vuelta de Vancouver a Japón, en el barco a vapor Hikawa Maru, debido a una neumonía.
Obtiene este rango a través de la Federación Estadounidense de Judo. Fukuda era la nieta del primer maestro de Jigoro Kano.
El Judo tiene sus raíces en el ju-jutsu, un arte marcial japonés que era practicado por guerreros y samuráis. Este ju-jutsu comenzó a desarrollarse entre los siglos X-XII con influencias de diversas técnicas de combate utilizadas por distintos clanes guerreros. Durante el periodo de la guerra civil de Japón (1467-1603), el ju-jutsu se consolidó como un sistema de combate altamente efectivo para los samuráis, dando origen a diferentes escuelas y estilos especializados, cada uno con sus propias técnicas y enfoques adaptados a situaciones de combate y armamento concretos.
Sin embargo, la cultura y la visión de las artes marciales cambió mucho con la modernización de Japón en el siglo XIX. Durante la Restauración Meiji (1868-1912), Japón se abrió al mundo y comenzó a adoptar muchas costumbres occidentales, perdiendo cada vez más las tradiciones del Periodo Edo y los samuráis. En este momento el ju-jutsu se enfrenta a un periodo de declive, siendo percibido como un arte marcial obsoleto en la nueva era.
Era en esos años de declive, en los que un joven llamado Jigoro Kano se comenzó a interesar por el ju-jutsu, debido a que contaba con una complexión delgada, un físico débil, y quería superar sus complejos y sensación de inferioridad. Esto, junto a que recibió abusos por parte de compañeros hizo aumentar su deseo por practicar este arte marcial.
Así, en 1877, un joven de 17 años comienza a practicar ju-jutsu en la escuela Tenjin Shinyo-ryu con el maestro Fukuda. Dos años después, tras la muerte de su maestro, siguió su camino practicando el mismo estilo con el maestro Masatomo Ios. Al fallecer su segundo maestro, Kano comienza a entrenar el estilo de Kito-ryu con el maestro Iikubo.
En la primera escuela se adentró en las técnicas de suelo y los golpeos, mientras que en la segunda escuela perfeccionó más las técnicas de proyección. Después de haber dominado estos dos estilos de ju-jutsu, adquirió habilidades e ideas que le encaminaban a unos nuevos comienzos.
Jigoro Kano, un joven inteligente y estudioso con mente crítica, no se conformó solo con dominar las técnicas, las analizó y comparó, buscando comprender los principios fundamentales para optimizar su eficacia.
Kano observó tanto aspectos positivos como negativos en el ju-jutsu de la época. Con la visión de crear algo más que un simple arte marcial, combinó lo mejor de las técnicas y la filosofía con la suya propia para fundar el judo. De esta manera, el judo se fundó en mayo del año 1882, por Jigoro Kano a la edad de 22 años.
La palabra judo ya había sido usada con anterioridad en algunas escuelas de ju-jutsu, pero no con la misma importancia ni de la misma manera que haría Kano. Al nombre judo, también le añadió Kodokan, que significa «Lugar donde se enseña el camino».
Judo se compone de dos ideogramas: Ju (柔) que significa «suave» o «flexible», y Do (道) que significa «camino» o «vía». En conjunto, Judo puede traducirse como «Camino de la suavidad» o «Camino de la flexibilidad».
Con este cambio de nombre tan drástico dejando de usar el ideograma jutsu (術), Kano busca diferenciarse de las antiguas artes marciales, dando un enfoque diferente en cuanto a metodología de enseñanza y filosofía aplicable a la vida.
Durante la evolución del Kodokan Judo, Kano va hablando cada vez más sobre dos conceptos fundamentales, Seiryoku-zenyo y Jita-kyoei. El primer concepto se entiende como la máxima eficacia en el uso de la energía física y mental, y el segundo como progreso mutuo. Lo que quería era que estos principios fundamentales se pudieran usar también fuera del tatami, llevando el progreso como judoka a una mejora en la moralidad personal.
Era un hombre ambicioso, con determinación, con unos valores y moralidad admirables y con una visión clara. Con esta forma de ser que tanto le caracterizaba y con su pasión por la educación, Jigoro Kano creó tres escuelas centradas cada una en una faceta en concreto, Kano-jyuku (la ética), Kobukan (la intelectual) y Kodokan Judo (la física).
Pero montar tres proyectos, como eran tres escuelas diferentes, en un periodo de tan solo un año, no era nada fácil, lo que provocó que tuviera muchas dificultades. A pesar de todos los inconvenientes que pudieron surgir, Kano nunca desistió, hacía todo lo posible para atraer alumnos a sus nuevas escuelas. Un ejemplo es que a los alumnos del Kodokan Judo, los invitaba a té y comida después de los entrenamientos.
Como cualquier proyecto emergente, el Kodokan Judo no contaba con una gran estabilidad económica, lo que hacía que tuvieran que adaptarse a las circunstancias que iban surgiendo. Entre otras cosas, el Kodokan Judo tuvo que trasladar su lugar de entrenamiento en muchas ocasiones durante su evolución.
Se instaló inicialmente en 1882 en el templo Eisho-ji, donde tendría solo nueve alumnos.
Todos los traslados del Kodokan después del templo Eisho-ji hasta la actualidad fueron:
En el año 1886, cuatro años después de fundarse el Kodokan Judo, fueron invitados a participar en el II Torneo de Artes Marciales de Japón contra varias escuelas de ju-jutsu, resultando en que los alumnos del Kodokan ganaron prácticamente todos sus combates. Lo que ayudó a ganarse un hueco entre las grandes escuelas de artes marciales de japón.
Dos años después, en 1888, participaron en el IV Torneo de Artes Marciales contra la mejor escuela de jujutsu del momento «Totsuka Yoshin-ryu» derrotándolos rotundamente y afianzando aún más su efectividad.
Jigoro Kano, ca. 1888 (28 años)
Jigoro Kano buscaba demostrar siempre la eficacia del judo y explicar los beneficios de practicarlo. Todo su esfuerzo fue haciendo que poco a poco aumentase el número de practicantes en su escuela. De esta forma, entre 1886 y 1889 aumentaron en 1373 los nuevos alumnos inscritos en el Kodokan Judo, llegando a unos 1500 practicantes entre nuevos y antiguos alumnos en activo.
Durante los siguientes años, Kano comenzó también a viajar. Su primer gran viaje fue por Europa para conocer el sistema educativo de países occidentales, que tuvo una duración de año y medio, desde 1889 a 1991.
Antes de embarcarse en un viaje de tal envergadura, dejó a sus mejores hombres a cargo del Kodokan, junto con cierto dinero para que pudiese seguir funcionando sin él estar presente. Sin embargo, aquellos hombres no tuvieron la capacidad para liderar y administrar el dojo, lo que provocó grandes dificultades que tuvo que solucionar Kano al regresar.
Jigoro Kano, ca. 1892
Tres años después de tener que arreglar todos los inconvenientes surgidos, Kano consigue llevar el Kodokan a otro nivel construyendo en 1894 el dojo más grande de Japón en Shimo Tomisaka-cho.
Shimo Tomisaka-cho
Ya para el año 1901 se superan los 6000 practicantes. Y en 1908 se convierte en asignatura obligatoria en las escuelas secundarias, aunque no es hasta 1931 que también se convierte en asignatura obligatoria en colegios y escuelas de Magisterio.
Con el fin de expandir y divulgar el judo a nivel mundial, Jigoro Kano envía a maestros avanzados a diferentes países. El primero fue el caso de Yamashita, que viajó en 1902 a Washington, donde acabó impartiendo lecciones de judo al presidente de los Estados Unidos, Theodore Roosvelt. El judo se convirtió entonces en asignatura de la Academia del Ejército de la Marina de EEUU.
No debemos olvidar tampoco la gran labor que tuvo Kawaishi algunos años más tarde en la expansión del judo en Europa, introduciendo el sistema de cinturones de colores.
Yoshitsugu Yamashita
Jigoro Kano también viajaría mucho, ya que en 1909 es nombrado miembro del COI (Comité Olímpico Internacional), primer miembro asiático en ocupar este cargo, que además mantendría hasta el día de su muerte. Desde entonces, Kano se dedica a viajar asiduamente por el mundo en reuniones del COI y celebraciones de las olimpiadas mientras sigue con su misión de divulgar el Kodokan Judo.
Aunque Kano formase parte del COI, el judo no estaba incluido como deporte olímpico. Todavía quedaban años de progreso y expansión para conseguir este gran objetivo.
Durante su viaje a los Juegos Olímpicos de Amberes, Jigoro Kano hizo una parada en Londres. Allí, descubrió un dojo que ofrecía clases de ju-jutsu, conocido como Budokwai, bajo la dirección del maestro japonés Gunji Koizumi. Tras la visita de Kano en 1920, el Budokwai experimentó un cambio significativo en su metodología, transformándose en el primer dojo de judo en Europa.
También a principios de los años 1900 fue fundado el Seattle Dojo por Itaro Kono. Su inspiración vino de una exhibición realizada por Yamashita en Estados Unidos el 17 de octubre de 1903. Esta demostración fue el catalizador que llevó a Kono a establecer el primer dojo de EEUU.
Todo este gran trabajo, visión y determinación por parte de Jigoro Kano y sus alumnos tiene como resultado un aumento significativo de popularidad del judo a nivel mundial. Tal era la influencia de Jigoro Kano que fue nombrado senador de la corte imperial de Japón en 1922.
Llegados al año 1933, Kodokan Judo había acumulado un total de 40.000 alumnos. Esta creciente participación llevó a la necesidad de construir un dojo aún más grande en el distrito de Suido-bashi, donde se mantuvo hasta 1958.
Kodokan en Suido-bashi
Era 1938 y Jigoro Kano, con un gran camino recorrido desde la creación del judo en 1882, seguía viajando y promoviendo la paz mundial a través del deporte.
Durante la Asamblea General del Comité Olímpico Internacional (COI) en El Cairo, aprovechó la oportunidad para volar a Estados Unidos y reunirse con otros miembros tras la conclusión de la asamblea. Posteriormente, emprendió su viaje de regreso a Japón desde Vancouver a bordo del barco a vapor Hikawa Maru.
Lo que nadie esperaba es que en la madrugada del 4 de mayo de 1938, a bordo de este barco, Jigoro Kano falleciera a la edad de 77 años, debido a complicaciones de una neumonía.
Ese momento fue el final de una vida que cambió el mundo de las artes marciales, el deporte y la educación en Japón. Un gran hombre con una mentalidad adelantada a su tiempo, un hombre que dejo tras de si un legado que perdura a día de hoy.
La expansión del Judo continuó incluso después de su muerte. Grandes maestros siguieron con la labor de divulgar los principios fundamentales tanto en Japón como internacionalmente.
Fue Jiro Nango, sobrino de Jigoro Kano, quien asumió la presidencia del Kodokan tras el fallecimiento de su tío.
El 11 de julio de 1951 se constituyó la Federación Internacional de Judo, impulsando así la unificación y el progreso del judo entre los diferentes países. Este acontecimiento representó un gran avance para la disciplina, consolidando su presencia y reconocimiento a nivel mundial.
En los años posteriores a la creación de la Federación Internacional de Judo (IJF), se empezaron a organizar más competiciones de carácter internacional, donde se van incluyendo las categorías de peso y nuevas normas de arbitraje. Con las competiciones internacionales ya bien establecidas, el judo fue incluido en los Juegos Olímpicos de Tokio en 1964. Posteriormente, también se incorporó en los Juegos Paralímpicos de Seúl en 1988.
Todavía tuvieron que pasar varios años más, hasta 1992, para la inclusión de la categoría femenina de judo en los Juegos Olímpicos de Barcelona.
Durante estos juegos, la judoka española Miriam Blasco se alzó con la medalla de oro en la categoría de -56kg, convirtiéndose así en la primera mujer española en obtener una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de verano.
En la actualidad, según la IJF, el judo cuenta con más de 40 millones de practicantes en todo el mundo.
La responsabilidad recae ahora en nuestras manos para seguir construyendo lo que eventualmente se convertirá en un capítulo más de la historia del judo.
En este resumen histórico podemos apreciar el verdadero impacto que ha conseguido el judo a nivel mundial y su continua atracción para personas de todas las edades y trasfondos. Fue gracias a la visión, determinación y arduo trabajo de una persona excepcional como Jigoro Kano, que podemos estar hoy compartiendo todo esto. Sin embargo, no podemos pasar por alto la contribución de los maestros que emergieron de sus enseñanzas y de todas las personas que, en la actualidad, desempeñan un papel vital en la divulgación del judo, transmitiendo los valores, filosofía y principios fundamentales del Kodokan Judo.
Las valiosas lecciones extraídas incluyen la idea inspiradora de que, incluso cuando no se tienen todas las condiciones a favor, perseguir una misión y un objetivo que promuevan el progreso mutuo puede conducir a la consecución de grandes logros.
Todos nosotros tenemos la capacidad de dejar nuestro granito de arena en esta gran historia.